Espejito, Espejito…
Me miro en el espejo y soy feliz
y no pienso nunca en nadie más que en mí.
(Parálisis Permanente)
1. Planteamiento
Busco. Me miro en el espejo. Fijamente, intentado traspasar la percepción visual, tratando de tocar más adentro para encontrar una posible respuesta a la pregunta: ¿quién soy?
La identidad parece serlo todo y, a la vez, es nada, un sinfín de interrogantes. ¿Cuál es mi identidad? ¿Es cómo me defino? ¿Cómo me definen o qué me define? ¿Será mi fachada exterior, o la que permanece oculta? ¿Será mi manera de pensar, de actuar, de hablar, de moverme, de respirar, de latir, de sentir? ¿La conforman mis actos pasados, los futuros o los que nunca realizaré? ¿Tal vez mi forma de contemplar a los demás o de simplemente observar la realidad? ¿Es mi manera de mirar, de mirarme; es eso lo que me construye?
2. Nudo
Busco. Definición del diccionario de identidad: 1. Cualidad de idéntico. 2. Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás. 3. Conciencia que una persona tiene de ser ella misma y distinta a las demás. 4. Hecho de ser alguien o algo el mismo que se supone o se busca.
Cual categorización científica vamos aislando, separando: identificar, etiquetar, clasificar, definir, encasillar, excluir, marginar…
Pero, si invertimos el orden, en lugar de estrechar el enfoque, lo ensanchamos. Identidad: múltiples posibles, las que queramos crear, las que cada uno tenga de sí mismo y en diferentes instantes de la vida. La búsqueda, tu búsqueda: lo que no está acabado, nunca completo, nunca parado. Nada es estático, tampoco la identidad lo es.
El eterno movimiento, la realidad como cambio constante que ya contempló Heráclito, nos lleva también a la “sed de espejo” de la que hablaba Carmen Martín Gaite: “esa sed de ser reflejados de una manera inédita por los demás”; en ese preciso momento, no en ningún otro, sin tener en cuenta lecturas previas de “malos espejos”, para permitirnos así ensayar, intentar otras posibles formas de ser.
3. Desenlace
Identidad relativa. Identidad caleidoscópica. Nada puede ni debe definirme por completo. Porque para definir debemos escoger: limitar, obviar, borrar, marcar, y, entonces, como cuando cogemos un lepidóptero y tocamos el polvo de sus alas, corremos el peligro de que deje de volar, de matar su esencia.
Vuelvo a interrogarme, a intentar identificarme con la imagen que me observa desde el espejo.
Pero, no me veo…
– Espejito, espejito…
Y Gloria Fuertes me responde:
Intenta tentativas.
Experimentos
transformaciones
escapes
descargas
huidas
liberaciones.
Intenta meditaciones
cambios
mutaciones
hasta que te gustes a ti mismo
y en el trozo de espejo que rompiste
te veas desnudo
envuelto en un sudario de paz.
Intenta.
Gloria Fuertes
Mujer de verso en pecho (1995)
Un texto de María Aboal
La imagen es de Noah Buscher