Cincuenta artistas recrean en dos días un mapa de “la memoria”
Efímera II, la segunda muestra multi-artística de La gran belleza
Un mapa es inexacto si se dibuja desde una sola perspectiva. La historia es cruel si solo escuchamos a los “ganadores”. Un recuerdo puede haber sido edulcorado tantas veces al ser contado que no recordamos cuanto de original hay en él. “La memoria” necesita de distintas interpretaciones, un ejercicio que durante un fin de semana hicimos con cincuenta artistas en Efímera II, la segunda muestra multi-artística de La gran belleza.
La semilla era la revista nº7: diez cuentos con sus respectivas ilustraciones, un poema y una fotografía de portada. Como escritores de honor en esta ocasión contamos con Sabina Urraca, Enrique Páez, Irene Vallejo e Inés Mendoza. El relato de esta última «Nostalgia de un velero» (previamente ilustrado por Raúl Fernández) sirvió de inspiración a Juan Valero quien, junto con Enrique Alberte Melero y Alexia Fardel, compuso una banda sonora y lo interpretó en vivo como un nueva de manera de contar aquel recuerdo que evocó Inés un tiempo atrás cuando escribió el relato. «Si de visita con dos amigos en el jardín de un lujoso chalet, nada más romper la primavera, el anfitrión nos invita a apreciar el aroma de un rosal que ha cultivado él mismo, lo primero que me viene a la cabeza es que el mar pronto inundará aquella casa», arranca el texto.


El mapa conceptual lo completaron exposiciones durante todo el fin de semana. Apapacho Origami (quienes realizaron también el suplemento de este número) propuso un juego de memoria pero esta vez colectiva. Así, la obra de mosaicos que disfrutamos en la pared fue intervenida por los recuerdos de algunos de los que asistieron al festival.
Y estos recuerdos, ¿desaparecen si no recordamos quien los protagonizó? Es lo que nos preguntaba Julia Laberinto en su vídeo poesía «Invisibilidades». Un tema que también obsesiona a Isabel Alonso Vega, la artista que día a día trabaja en el estudio calle Algaba 22. Ella construye enorme y silenciosas nubes de humo «que solo existen en nuestras mentes y que se disuelven en el momento en que las rozamos».
Mucho más consciente es el trabajo de Christian Pardó quien capta imágenes de la vida cotidiana (¿medidas o desmedidas?) y las introduce en antiguas cajas de radiografías. Un paseo que acaba en experiencia, la propuesta fotográfica de Andrés Solla, artista que en esta ocasión nos regala la portada del número 7.




La interpretación tuvo un lugar crucial en el festival. «Reconstruir un lugar que no existe» fue una pieza elaborada para la muestra por Miguel Valentín y Martina Novakova en la que documentaron e interpretaron procesos del barrio de Carabanchel con sus protagonistas y, en particular, de la prisión. La compañía La chivata nos regaló una obra muy distinta. Valiéndose de las herramientas del teatro del cuerpo, esta joven compañía desarrolló una historia en la que tres vidas muy distintas entre sí se entrelazan y completan conduciéndonos a un mismo fin: hacer frente a las travesuras de la memoria para dar sentido a nuestra vida.
La última actuación del sábado nos la regaló Ombligo. La banda que tuvo su origen en los vagones del metro de Madrid, donde Ángel y Anika se conocieron en el invierno de 2015 fusiona swing, balkan, jazz, folk, boleros, o clásica. El grupo invitó como sorpresa al cantautor Alfonso Gardi, quienes interpretaron «Hojas de hierba».
Cine
El domingo fue, otra vez, el día dedicado al cine. El director de cine Pedro Estepa, Elisa Cuevas Pomar (codirectora de Alquimia: cuando el dolor se convierte en arte, corto que expusimos en Efímera I) y Miguel Roca, productor con más de 10 años de experiencia en producciones nacionales e internacionales fueron el jurado del concurso de cortometrajes poéticos. ¿El ganador? «Las personas que recuerdan demasiado» de Eduardo Elli, proyecto que fue premiado con 300 euros.
En esta ocasión, Efímera II cerró con el coloquio con Laura Herrero y Josué Vergara. Ambos comentaron «El remolino», la cinta de Laura que profundiza en la identidad de una familia campesina que vive en una pequeña comunidad en Chipas (Méxixo).


Muchas gracias a todos los que os pasasteis por la muestra en cualquier momento del fin de semana. En particular, a los asistentes del taller de niños y al de mujeres, a los que nos premiasteis con vuestras ideas a cambio de un vermú un bonito domingo por la mañana y a los 170 suscriptores de La gran belleza. También a nuestros mecenas: Impact Hub, Escuela de Escritores, Chucherías de Arte, EDS, Espacio La Carpintería, Beefeater Pink y La Comuna (Digital Hippies). Y a los 24 artistas que forman el número 7. Y a Pablo Márquez, por las preciosas fotos.
Sin vosotros, este recuerdo efímero no se habría creado. Gracias.
Irene Fernández, Artes Vivas.
Rubén Hurtado, director de Arte.
Carmen Estirado, directora Editorial.