«CERRAR» fue el verbo que inspiró el número 15

Llegó el tiempo de tertulia. Así nos ha gustado siempre presentar cada número. Entre amigos. Entre artistas. En un lugar como la Imprenta municipal de Madrid en el que poder disfrutar de unas preguntas, enseñar a qué sabe y suena este «cerrar». Esta vez además mostramos también las entrañas. E hicimos subir al jurado (Nerea Garrán, Lara Carballo, Humberto Franco y Carmen Estirado) a contar cómo fue este proceso por el cual eligieron seis relatos de casi 400 que nos llegaron a nuestra convocatoria abierta.

Los relatos tienen en nuestra revista una segunda vida ya que cada texto es ilustrado, es decir, reinterpretado o imaginado por otro artista. En esta ocasión, fue Lucyna Adamczyk la encargada de contar cómo es el proceso de dibujar un cuento. Ella dibujó la historia que Rocío Stevenson escribió. Una historia que se les apareció conjuntamente porque está llena de gatos, como les sucede en su casa. La lucidez y la calma la trajo Marina Casado con un poema con el que participa en este número y que tuvimos la suerte de escuchar en directo.

Este número fue muy especial por varios motivos. Uno de ellos fue la música y es que tuvimos el honor de tener entre nuestras artistas a la soprano Julia Valero. Julia realizó la carrera de canto lírico (2017-2021) en la Hochschule für Musik Detmold (Conservatorio Superior de Detmold), donde estudia con el renombrado tenor KS. Prof. Mario Zeffiri. Durante la carrera realiza dos papeles principales en el Teatro de Ópera de Detmold (“Cecchina” en la ópera “La Cecchina” de Nicolò Piccinni y “Susanna” en la ópera “Las bodas de Fígaro” de W.A. Mozart) y actualmente está realizando el Máster en canto lírico. Para este número, nos regala una de sus interpretaciones favoritas: «Damunt de tu només les flors, de Frederic Mompou (texto, anécdotas y música).

Del lado del cuento contamos con una de las voces de vanguardia más originales Marta Caparrós. Marta en 2015 publicó Filtraciones en la editorial Caballo de Troya, bajo la edición de Elvira Navarro (quien tuvimos ayer en el club de lectura), con muy buena acogida por parte de la crítica. Ha sido finalista del premio de novela corta Encina de Plata y ganadora del premio Relatos Incómodos de la Escuela Ítaca. En 2014 le fue concedida la Beca Los Narradores de la Sociedad digital de la Escuela Contemporánea de Humanidades, y en 2016 fue becada por la fundación filantrópica Köne Foundation, siendo escritora residente en su sede en Finlandia. En la actualidad trabaja en el sector social y corrige su próximo libro. Y con el maestro del cuento Carlos Castán que justo llegaba de México, de la feria del libro de Guadalajara. Carlos, que reivindica su origen altoaragonés, aunque nació en Barcelona. Es licenciado en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid, ciudad en la que ha transcurrido buena parte de su vida y donde ha trabajado como profesor de filosofía en la enseñanza pública hasta su jubilación en septiempre de 2020. Es autor de los libros de relatos Frío de vivir  (Salamandra, 1997), Museo de la soledad  (Espasa, 2000/ Círculo de Lectores, 2001/ Tropo, 2007)) y Sólo de lo perdido (Destino, 2008, Premio NH Vargas Llosa al mejor libro de cuentos del año), así como del volumen de artículos Papeles dispersos (Tropo, 2009), de la nouvelle Polvo en el neón (Tropo, 2012) y de la novela La mala luz (Destino, 2013 / Presnas de la Universidad de Zaragoza, 2020).  Su obra cuentística completa ha sido reunida recientemente en el volumen titulado Cuentos (Páginas de Espuma, 2020).

La foto de portada es de Luis Sarabia, quien también nos contó que la puerta se la encontró varada en una playa en Grecia. A todos los participantes, a los que vinisteis, a los lectores… ¡muchas gracias! Y Pablo Márquez por estas pedazo de fotos.

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